QUESO PARMESANO REGGIANO
PARMESANO REGGIANO 24 MESES CURACION
La elaboración se realiza gracias a los tradicionales depósitos de cobre. Se vierte en ellos la leche recogida el día anterior. Se necesitan 550 litros de leche para poder obtener una rueda de queso parmesano.
A partir de ese momento, la leche va lenta y naturalmente coagulando. Para favorecer esta coagulación se le añade suero y cuajo, ricos en bacterias.
A continuación, el maestro quesero deshace la cuajada que se ha formado, dejando unos granos muy pequeños, gracias a un utensilio llamado “espino”.
Una vez finalizada esta tarea, comienza el proceso de cocción. La mezcla va alcanzando temperatura, hasta llegar a los 55 grados. Es entonces cuando los pequeños gránulos se hunden y forman una masa, la cual dará lugar a dos ruedas de queso idénticas.
La masa se corta en dos partes y se envuelven en una fina tela de lino, las cuales se ponen sobre los moldes que darán forma a nuestro parmesano.
Pasados unos cuantos días llega el turno del salado. Es un proceso que se realiza por ósmosis, es por ello por lo que se sumergen las ruedas en una solución totalmente saturada de agua y sal. A partir de este momento comienza el proceso de maduración.
La maduración
El tiempo mínimo de maduración son 12 meses, el más prolongado de todos los quesos con Denominación de Origen Protegida. A partir de los 12 meses, los expertos realizarán una prueba de calidad consistente en:
“golpear con un martillo y el oído capacitado del inspector de calidad reconoce cualquier defecto dentro del queso que pueda comprometer la calidad”
Las ruedas de queso que superan el test son marcadas con hierro caliente y pasan a ser: ¡Parmigiano Reggiano!
Solo a partir de ese momento se decide si continúa la maduración durante más tiempo o se comienza su comercialización.
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